El páramo
Las zonas entre 3.000 y 4.500 metros de altura de Los Andes de Venezuela, Colombia, Ecuador y el norte del Perú, son ambientes templados llamados páramos. Allí, la temperatura, la humedad, la insolación, la precipitación y el viento, producen un clima extremo impredecible.
El Frailejón con sus flores amarillas adorna el páramo en octubre; las margaritas moradas del Tabacote, las flores fucsia y amarillas del Chispeador, el azul y blanco del Chocho, el rojo, verde y amarillo de la Bandera Española, el amarillo chillón del Saní, la Salvia purpúrea y la rojiza Cizaña, conforman el colorido caleidoscopio del Páramo.
El Cóndor de Los Andes y el Águila Real son las aves más grandes del lugar. Entre las pequeñas, la Paraulata o Siote, el correporsuelo y el chivito de páramo o tucusito, disfrutan de las frías pero asoleadas mañanas. El Conejo y la Musaraña abundan pero resulta muy difícil verlos.
Vivir en el Páramo, cerca del cielo, es poder atravesar las nubes, congelarse o quemarse cada veinticuatro horas debido a las temperaturas bajas y a la insolación. Es otear ensimismado el paisaje y pasar el frío tomando chocolate caliente o un "calentaíto" mientras el atardecer se refleja sobre la laguna.
Vivir en el Páramo, cerca del cielo, es poder atravesar las nubes, congelarse o quemarse cada veinticuatro horas debido a las temperaturas bajas y a la insolación. Es otear ensimismado el paisaje y pasar el frío tomando chocolate caliente o un "calentaíto" mientras el atardecer se refleja sobre la laguna.
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